lunes, 20 de febrero de 2012


SALIDA ENTRE AMIGAS
 
Una salida casual, todas las amigas del colegio reunidas al fin con la amiga que tuvo la suerte de llegar a otro país y quedarse en él,  y mejor aún, conseguir  un gringo, el sueño de toda soltera cuarentona que se siente fracasada por solo haber tenido hijos maleducados y un marido  que las dejó por otra más joven y bella. Todos a la luz de una vela que mejoraba sus aspectos o traducía sus arrugas, conversaban o al menos lo intentaban pues las traducciones con el gringo se hacían confusas, cuando se hablaba de algún modismo muy propio de la ciudad.
La mesa de madera un poco pequeña para tantas historias, soportaba en ella la botella insignia de la cultura paisa, la música en vivo las hacia ahondar más en sus época glamorosa en que las cremas no eran necesarias y conseguir un amor furtivo no se hacía tan imposible. El lugar traducía una historia francesa muy conocida por su valor católico, por la santidad que la misma protagonista representaba, la doncella de Orleans, que estaba en los murales de aquel sitio y en lo rustico del medio evo de las banderillas de sus baños; Mónica, percibió que aquel lugar era el perfecto para entrar en ambiente, pues las luces tenues y los colores marrones y rojizos de sus paredes, hacían de este un lugar romántico y mejor aún un lugar donde no se podía apreciar los años que acumulaban entre todas, nada que ver con la mujer luchadora y valiente que saco a los ingleses de Francia sin importarle su aspecto masculino.
El nombre de aquella doncella se podía ver en todas partes mostrando solo sus iniciales, en una clase de signo en forma de escudo. Patricia y Lucía salen juntas al baño como en una conspiración fatal para atrapar a el cantante que se robó el show esa noche, una de ellas se acerca a la barra mientras la otra (Patricia), está en la sala de operaciones, dícese de baño, aplicándose en el gran espejo con marco café el labial rojo pasión y acomodándose sus pechos caídos por la bendita gravedad en sus braceares se encaje, todo por la ocasión y por la desesperación. Habiendo hecho esto de detiene a mirar los avisos parroquiales de obras teatrales, de usar condón y de conductora elegida que el baño proporcionaba.
Lucia, mientras, esperaba en la barra tratando de coquetear con el cantante. En un momento llegue a pensar que alguna copa de vino que se encontraban encima de ella, me haría el favor de caerle encima para que no continuara con algo que para ella era casual y para nada desesperado. Patricia sale del baño y se acerca a Lucia haciendo el mismo gesto como si fuera mecánico entre las mujeres con necesidades afectivas, en ese momento no supe quien era más patética, para disimularlo pidieron una canción al barman al frente del computador que más tarde se vería a través de las pantallas de televisión que acompañaban algunas mesas incluyendo la de este grupo muy particular.
Viéndose fracasadas admiraron como último recurso una repisa encima de la mesa del cantante con licores exhibidos de alta gama, el cantante solo les sonrió como a todos lo que se le acercaban, pues su aire de grandeza y de artista frustrado de bares le hacían creer que solo haciendo esta muestra de afecto y con su inigualable aspecto físico, las tendría a sus pies. Ellas, desilusionadas un  poco por no haber conseguido agarrar a este hermoso espécimen, se sentaron de nuevo en su mesa a seguir torturándose con los años “mozos”.
La nueva gringa y su presa ya dominada decidieron que era demasiado tarde y no haría bien a sus enfermedades crónicas, así que se levantaron de la mesa y se despidieron amablemente como pudieron, las que se quedaban así se sintieron. Mónica, Patricia y Lucia compartirían un rato mas admirando las melódicas prosas que el cantante les interpretaba junto con su buen amigo sancho, el guitarrista, que también captaba la atención de las mujeres con el síndrome de abstinencia del lugar. Ya podían hablar de la feliz pareja que las había acabado de abandonar más tranquilamente, sin disimular la envidia que las envenenaba por la tan buena suerte de aquella gran amiga.
La mesera después de escuchar al oído a un amigo del cantante que lo acompañaba esa noche, llevó dos cervezas a la mesa de estas tres mujeres, ellas se emocionaron por tan buen gesto, pero les pareció desconsiderado que aquel hombre hubiera mandado dos y no tres, pero al fin habían capturado algo no importa que, algo. Mónica un poco mas escéptica y con más conciencia de la realidad, miro a su alrededor y vio a dos mujeres hermosas y jóvenes sentadas en la mesa contigua, tal como lo pensó rápidamente en su mente, las cervezas eran para ellas y la mesera había cometido un grave error, las había ilusionado. Luego de esto solo les quedo admirar los cuadros abstractos y los candelabros que las acompañaban y pensar que a pesar de tener sus añitos seguían vivas y alegres, además se tenían a las tres para seguir riendo en lugares como este de lo que fueron y lo que son capaces de hacer. Decidieron irse con las palabras “pasamos muy bueno muchachas, esto hay que repetirlo”.

MELISSA RAMIREZ RESTREPO

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