Su pelo liso perfecto cae cubriendo toda su espalda
No gira su cabeza más allá de su rostro no sea que se vea fuera de lugar
Como a cualquier droga altamente adictiva se aferra constantemente a su espejo
Se mira de frente se mira de lado, asegurándose de que desde cualquier punto de vista se vea perfecto
Cual rey de la sabana sacude su melena por donde pasa, generalizado de tal manera que parece un rito de apareamiento
Las miras y en la mayoría de los casos las admiras
Al verme esbozas en tu rostro una ligera sonrisa, unas veces amable en otras parece que hubieses recordado un chiste al verme
Unos días pareces un encanto, me hablas comportándote como una persona normal, pero al siguiente parezco ser lo peor que has visto o por lo menos el ser más desconocido
De 100 cosas que puedo poseer te molestan 99 y lo peor es que me das a entender que es simplemente porque no encajo en los “moldes” o mejor aún no me comporto como “las demás”
Esperaría que por lo menos un día pudieras entender que no todos tus amigos tienen que encajar en el molde que tú has planteado o comportarse de la manera que el mundo quiere que lo haga
No tendré el liso perfecto, ni seré la chica más recatada entre todas las que conoces, tampoco pretendo ofrecerlo algún día o hacerte promesas vacías porque seguramente te quedarás esperándolo toda la vida, pero te puedo ofrecer mi amistad. Amistad como soy, amistad como eres sin que jamás tenga que volver a escuchar: “¿Quién te peinó hoy?” en un tono sarcástico.
Johana Ramos Rodríguez
Sólo no uses números, ponlo en letras, me sumo a la mirada sarcástica e irónica, es una buena línea de trabajo
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