No más con el 27 de junio

“27 de junio, campeones en tu cara”… Ese, es a mí parecer el argumento más necio y absurdo que utiliza la hinchada de indigentes y de borrachos (sin ser peyorativo porque así mismo se definen ellos), cada que tienen la desfachatez  de comparar su equipo y mostrarlo superior al Rey de Copas Colombiano.

Yo, como hincha del fútbol y ferviente seguidor de mi verde del alma, no tolero que los del frente se sirvan sólo de esa fecha para alimentar el ego y la “grandeza” de un equipo que en la víspera de cumplir 100 años, tan sólo cuente con 5 miserables títulos de los 73 que se han disputado en la historia del fútbol colombiano.

Dicen por ahí que el fútbol es el opio del pueblo y como expresó por estos días en uno de sus artículos el columnista Daniel Samper Ospina “ya se entiende por qué a Wilder Medina le gusta el fútbol”; pienso yo que por la misma razón, la indigencia visita el Atanasio Girardot y consecuencia de ese toque-toque psicoactivo que lleva a cabo detrás del arco norte cada que se juega un clásico, es que realiza la perversa aseveración del 27 de junio.

No faltará quien me diga que para un hincha, su equipo es y será el mejor por encima de los otros. Eso no lo cuestiono ni lo discuto, porque tiene toda la razón. Y lo digo con conocimiento de causa porque el sentimiento por mi verde es único, innegociable e intransferible. En lo que si discrepo, es que hay que respetar distancias y guardar las proporciones. Porque para que Messi se acerque siquiera a ser catalogado como el mejor jugador de la historia, por encima del ‘Rey Pelé’, necesita más que el simple cambio de dos Balones de Oro. Mucho más necesita el que se hace llamar el “equipo del pueblo”, que mira con recelo la gloriosa historia nacional e internacional, con la cuenta el primer campeón de Copa Libertadores colombiano.

¡No más con ese puto 27 de junio!  Y lo expreso de manera vehemente, porque estoy mamado de leerlo y escucharlo donde quiera que haya un indigente.

Escribir y expresar mi inconformidad frente a tal situación,  no representa novedad alguna para los del frente. Estoy seguro que no soy el único que lo haya hecho. Y si algo de importancia tiene para ellos lo que aquí expuse, tengo claro que su respuesta no será otra más que incomodarme con su repetitivo e insensato discurso del: 27 de junio, campeones en tu cara. Frente a ello y entrando en el mismo juego que proponen, solo me queda recordarles que en el 54 y el 94, ¡fuimos dos veces campeones en su cara!

Andrés Cañola G

Estudiante de Comunicación y Relaciones Corporativas