martes, 22 de mayo de 2012

Shame



El hombre, aquel que niega sus propias tendencias, tiene dos opciones.
La aberración o la superación, la primera habla solo del hecho de aceptar las  tendencias sin intentar cambiarlas, haciendo caso omiso al instinto natural de volutad, de sentido de bondad y de sentido de altruismo, el hombre aquel que se conforma, que se siente solo, pero no es lo suficientemente fuerte para hacer algo altruista para cambiarlo, PODRIA ser fuerte y reprimir sus tendencias dañinas  o buscar una pareja real sobre la cual tenga una relación y un intercambio y satisfaga sus necesidades, entre otras cosas porque tiene una autoestima baja  que lo hace sentir incapaz de ser pareja, de actuar como pareja y es lo suficientemente perezoso para preferir el camino fácil, la catarsis.

Luego de estas tendencias ser satisfechas, viene el sentimiento de culpa y la sensación de asco,  que trae las desvirtuosidades del alma, la pérdida del auto respeto.
quien es miserable se hace más miserable por que carga con sus culpas y no las cambia, las acepta, como acepta su desdicha y acepta que n es fuerte para cambiar.

La superación habla de lo contrario, del autodominio y el control , de la fuera creadora de voluntad, de crecer y volverse un diamante, tajante, y cortante, de pulir sus propios defectos hasta convertirse en  una piedra angular, un diamante perfecto, pulido es la batalla interna de sus propias expectativas y anhelos, de desear ser mejor, esto es mejorar y esta es la figura caricaturesca del teatro  , las dos caras del hombre.

Leidy Lan

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